Alquiler a estudiantes. ¿Una buena forma de sacar provecho a una vivienda?
Algunas personas tienen en su disposición más de una vivienda, y, mientras una es usada como principal, la otra tiende a ser dejada de lado mientras que no haya motivo para utilizarla. El método más sencillo para darle buen uso es alquilarla, y en este post hablaremos de una de las formas de alquiler que más se han popularizado con el tiempo: El alquiler a estudiantes.
El alquiler a estudiantes, además del objetivo, se diferencia de un alquiler de vivienda habitual en que, aunque deba declarar los beneficios, está exento de IVA, ya que, al solo durar un curso y no un año completo, no cuenta como alquiler de larga estancia. Estos alquileres pueden tener contratos detrás, tanto por habitación, como por piso compartido.
Ahora bien, suponiendo que se disponga de una segunda vivienda y se le quiera sacar provecho, ¿es una buena idea dedicarla al alquiler a estudiantes? A continuación ofreceremos una lista de ventajas y desventajas para que cada lector pueda sacar sus propias conclusiones.
Ventajas
– Como mencionamos antes, debido a las necesidades en cuanto a tiempo de los estudiantes, el IVA no afecta al alquiler como sí ocurre con un alquiler de larga estancia.
– La duración del contrato, ya que se adapta al curso estudiantil, ocupa la mayor parte del año, dando uso al piso todo ese tiempo, y a la vez dejándolo libre en verano, lo que abre la posibilidad de usarlo para otras cosas, como un alquiler distinto por vacaciones.
– Ya que el pago del piso suele darse por parte de los tutores legales de los estudiantes y no de ellos, hay mayor seguridad de que no haya problemas con impagos.
– Los estudiantes rara vez terminan sus estudios en un solo año, de tener un buen servicio un mismo grupo puede alquilar la vivienda varias veces consecutivas.
Inconvenientes
– Si bien la duración inferior a un año excluye el IVA del alquiler, esto también causa que no cuente como alquiler de larga estancia y no pueda dar beneficios en la declaración de la renta.
– No necesariamente se tiene que dar el caso, pero existe la posibilidad de que los estudiantes no sean demasiado responsables e incumplan normas del contrato, dañando la inmobiliario de la vivienda.
Como alguien más metido en el mundo de la inmobiliaria se habrá podido fijar, objetivamente los pros son más y tienen más peso que los contras, aunque los inconvenientes son lo suficientemente notables para que más de uno prefiera ir a lo seguro y no alquilar su vivienda a estudiantes. Al final del día, la cuestión es que el propietario tome con su vivienda las decisiones con las que se sienta más cómodo.